La Scala de Milán, en la apertura de su nueva temporada este año, lo ha hecho con la ópera Carmen del maestro Bizet, y lo novedoso es que esta ópera, y gracias a las nuevas tecnologías, se ha podido ver en directo en medio mundo.
Si la globalización está causando graves problemas en algunos lugares, en especial a los más pobres, hay circunstancias de la globalización, o el empequeñecimiento del planeta, que son beneficiosas. La ópera, el grado supremo de la música, puede dejar de ser un espectáculo minoritario y para gente pudiente, porque aunque no es igual verla en directo desde el patio de butacas de un teatro, no es menos cierto que desde la enorme pantalla de un cine, con alta definición, y el sonido tan espectacular, la ópera puede ser un espectáculo de masas.
Esta inauguración de la Scala, no solamente se ha retransmitido vía satélite a numerosas televisiones del mundo, sino que se ha proyectado —también vía satélite y al propio tiempo— en más de 200 cines de los cinco continentes.
Aquí en mi ciudad, Alacant, desde hace más de un año, así como en otras ciudades españolas, una cadena de cines está proyectando óperas desde distintos teatros operísticos en tiempo real, vía satélite, con una definición super extraordinaria que hace que el espectador crea estar en el teatro en donde se exhibe tan grandioso espectáculo.
En esta puesta en escena del teatro milanés, quiero hacer constar que el personaje de Escamillo, el torero, lo interpretó magistralmente el barítono uruguayo Erwin Schrott. El papel central de la ópera, el de la cigarrera Carmen la gitana, fue interpretado por la mezzosoprano Anita Rachvelishvili, una extraordinaria joven de 25 años natural de Georgia. La escenografía fue igualmente espectacular, y estuvo a cargo de la siciliana Emma Dante.
Me pregunto, amigos salvadoreños, si tienen conocimiento de que en algún cine de El Salvador, que más bien creo pudiera ser en la capital, existe esta modalidad de proyectar óperas en directo. En el caso de que no, ¿no habrá entre ustedes alguien con espíritu emprendedor que sea capaz de instalar alguno?, porque en estas salas especiales no solamente se proyectan óperas, sino que también se está estableciendo la moda de proyectar los grandes eventos futbolísticos, una modalidad establecida con motivo del ùltimo encuentro Barcelona-Real Madrid, y que llenó todo el aforo. Es un negocio seguro.
Por una parte se difunde la cultura, en otras ocasiones el buen deporte, y para la Empresa buenos dividendos. Es un negocio, sin duda. Si son emprendedores aquí tiene una buena oportunidad. Si yo fuera más joven igual me trasladaba a San Salvador e instalaba una, y después no me vengan diciendo que como español iría a ese bello país “a hacer las Américas”. Las oportunidades no hay que perderlas, y quien acierta primero acierta el doble.