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GARROFERAL · CADEJ@ BLANC@ BRONCE

¿Quién de ustedes se chupa el dedo?

Sniper · CADEJ@ BLANC@ BRONCE

lo mas sucio que existe en el mundo es la politica y los politicos que nos gobiernan

GARROFERAL · CADEJ@ BLANC@ BRONCE

Sniper wrote:

lo mas sucio que existe en el mundo es la politica y los politicos que nos gobiernan

Estimado Sniper, aunque entiendo muy bien el porqué de su afirmación, en esta ocasión debo estar en contra de su opinión. La política es el arte de gobernar y dar leyes conducentes a asegurar la buena marcha del Estado y la tranquilidad y el bienestar de los ciudadanos, además de interpretarse como cortesía y buen comportamiento y arte o maña con la que se conduce un asunto o negocio hasta su feliz desenlace. Hasta aquí, creo que sí coincidiremos.

Pero…, ¡siempre el eterno pero!, ¿podemos llamar POLÍTICA, en mayúsculas, a determinadas prácticas que con demasiada frecuencia observamos? Y a quienes se conducen de manera tan ignominiosa ¿podemos llamar políticos?, yo creo que usted respondería como respondo yo: NO (también en mayúsculas y poniendo todas nuestro énfasis en el grito).

Entonces queda claro que determinadas actitudes no son política, ni los actores son políticos en el sentido más estricto y ortodoxo del término. Lo primero sería una politiquería, y los actores de tal desatino unos politiqueros. Y ambas cosas son las que cada vez nos asombra de gentes que en vez de trabajar para el pueblo, servirlo como prometen, llegan a la cumbre para satisfacer sus ambiciones de todo tipo, y asegurarse las ganancias para ellos, sus afines, y a quienes los apoyaron.

Cuando esto ocurre en países desarrollados económicamente, y el hombre de la calle (en España llamado “Juan Español”), ve satisfechas sus perentorias necesidades, no se fija tanto en los desmanes de esta gente, hasta que los desmanes son tan abusivos que sonrojan a cualquiera. Si los desaguisados son suaves y no perjudican a la vida ordinaria y a la situación pacífica y de bonanza, el hombre de la calle mira para otro lado, pensando quizá que “todos los políticos son iguales”, y que es un mal necesario pues siempre es imprescindible tener gente que se cuide del gobierno de las cosas. Aunque tal actitud ciudadana sea mezquina, pues si se elige a unos ciudadanos para el buen gobierno, han de ser cesados fulminantemente cuando se desvían de sus obligaciones. Pero el ser humano tiene mucho de conservador, y ante la buena situación, recordando tiempos pasados y viendo de qué manera se vive en otros lugares, tiende a no mover un dedo por lo que pudiera pasar.

Pero cuando esos policastros, esa politiquería, se desarrolla en países que aún no han alcanzado el grado de estabilidad social y económica imprescindible, sí se hace necesario que el ciudadano no se acomode, debe exigir el máximo a quienes se presentan ante ellos para ejercer el arte de gobernar y dar leyes conducentes a asegurar la buena marcha del Estado y la tranquilidad y el bienestar de los ciudadanos. Pero claro, también es entendible el temor, porque la ciudadanía no es tonta, y sabe que una justa revolución siempre acaba en la mayoría de los casos (a pesar de su necesidad) trayendo tiempos peores, excepto para unos cuantos, se gane la revolución o se pierda. Y es que, por desgracia, siempre aparece el politiquero y la politiquería.

¿Cómo se puede solucionar esto? La solución es bien sencilla por una parte y dificultosa por otra, Sería necesario que la sociedad conquistara los valores humanos que se han perdido, y nada mejor que intentar que la juventud se educara en esos valores humanos para que, cuando ella fuera quien tuvieran la ocasión de gobernar, se hallara empapada de unas condiciones que las generaciones actuales han perdido. Como hombre optimista y de progreso, creo que ello es factible, y en cada uno de nosotros está la obligatoriedad de conducirnos así. Como padre, como abuelo y como bisabuelo, es ese el mandato que me impuse: transmitir a mi descendencia esos valores que hoy veo ausentes en la mayoría de las personas, y hacer gala de ellos porque tu descendencia compruebe que manteniéndolos y haciendo uso de ellos se es más feliz, se consigue más respeto de las gentes y admiración. Quiero decir con esto último que la sociedad, por lo general, valora esas buenas condiciones cuando las observa en el prójimo, el problema radica en que no las practica cuando a ellos les toca.

Seamos cada día más quienes las practiquemos y de algún modo influyamos en el resto. De todas formas, repasando la historia del hombre, comprobamos la realidad del refrán que reza: “no hay mal que cien años dure”. Han existido momentos de gran confusión en el mundo, y otros de bonaza y paz. Esperemos que esta sociedad turbulenta y errada cambie en tantas y tantas cosas como debe cambiar, por su propio bien y continuidad.

Garroferal, que le pide perdón por la extensión.

WIRWIN · ADMINISTRADOR

Garro estoy muy de acuerdo con lo que dice y considero hablando de mi tierra que aqui solo tenemos politiqueros desgraciadamente esa es nuestra triste realidad, politicos se los podria contar con mis dedos.

Yo creo mucho en la definicion que nos dejo este gran escritor Stefan Zweig y que la obtuve de leer su libro Fouche, biografia de este politico frances durante la revolucion. se las dejo a todos para que la disfruten:

"Nuestra época quiere biografías heroicas, pues la propia pobreza de cabezas políticamente productivas hace que se busquen más altos ejemplos en los tiempos pasados."

"Llamamos diplomáticos, esos artistas de manos ligeras, de palabras vanas y nervios fríos."

Por cierto tengo el libro de Jose Fouche para quien lo quiera en digital les aseguro que no se arrepentira de leerlo es de los mejores libros que he leido

Saludos

-- Edited by WIRWIN on Saturday 17th of October 2009 09:37:21 AM