Anoche, los ministros del gobierno de facto dimitieron para que se pueda formar el gobierno de unidad nacional. Zelaya aún insistía en ser restituido.

Los ministros del gabinete de facto de Honduras renunciaron anoche a sus cargos para permitir la designación de nuevos funcionarios, en lo que el gobierno de Roberto Micheletti consideró una medida que se ajusta al acuerdo alcanzado con el presidente derrocado, Manuel Zelaya, de crear un gobierno de unidad y reconciliación nacional.

Todos los ministros depusieron sus cargos a fin de apoyar el cumplimiento del Acuerdo Tegucigalpa-San José que establece que hoy (jueves) debe conformarse el nuevo gobierno de unidad en Honduras, dijo un comunicado del gobierno de facto.

Los cargo serán ocupados por los representantes de los partidos que participan en las elecciones generales del 29 de noviembre, pero no menciona si se tomó en consideración a Zelaya, quien aboga por ser restituido para encabezar ese gobierno de unidad.

Zelaya miraba ayer con pesimismo el acuerdo, ante el fracaso de los intentos por convocar al Congreso a una sesión especial para votar su restitución.

El senador republicano Jim DeMint aseguró que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, le garantizó que EUA reconocerá las elecciones independientemente de si Zelaya es restituido o no.

“Clinton y el secretario de Estado adjunto (para el Hemisferio Occidental) Thomas Shannon me han asegurado que EUA reconocerá el resultado de las elecciones de Honduras independientemente de si Manuel Zelaya es restituido”, aseguró el miembro del comité de relaciones exteriores del Senado.

Esta posición todavía no ha sido afirmada o desmentida desde la Secretaría de Estado.

DeMint ha sido crítico de la condena de EUA al golpe de Estado y ha mantenido bloqueada la nominación de Arturo Valenzuela como secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental por la postura de la Casa Blanca.

DeMint anunció que levantará sus “objeciones” al nombramiento de Valenzuela y al de Shannon como embajador en Brasil.

“La independencia, transparencia e imparcialidad de las elecciones nunca estuvieron en duda y ahora, gracias al bienvenido cambio de actitud de la administración Obama, el nuevo Gobierno que juramente en enero puede esperar el apoyo total de EUA y, espero, de toda la comunidad internacional”, señaló.