Pero la constitucionalidad ha sido restablecida y se probó que los golpes de estado a estas alturas de la historia NO funcionan más!
Sería deseable que la expresión “República Bananera”, tan endosada a algunos países entrañables del Sur de América, dejara de existir. Que los políticos de uno u otro color de esa zona entendieran que la soberanía popular está por encima de todo, y que los resultados de las urnas es el que debe prevalecer durante el tiempo que dure cada legislatura.
Y los Parlamentos, con los diputados que forman y apoyan a los Gobiernos, como asimismo la Oposición, deben hacer su labor; pacífica siempre, pero con la dureza parlamentaria que se considere necesaria. Los Gobiernos deben ser fiscalizados por la Oposición pues esa es la misión que el pueblo les otorga; y ésta no deben tolerar salidas de tono del Gobierno por mucha mayoría de Diputados que obtengan en su apoyo. La Oposición, sea cual sea, debe considerarse como alternativa de Gobierno, por lo que, al mismo tiempo que fiscaliza al Gobierno de turno, ha de tener una actitud democrática tal, que el electorado lo tenga en cuenta para cuando quienes gobiernan pierdan, por la causa que sea, el crédito que les fue otorgado, hayan de traspasarlo a otros políticos.
Si se gobierna así, y la Oposición actúa como debe, los países hermanos de América, tanto del centro como del Sur, pronto tendrán tal importancia en el mundo que el “paternalismo” de Papá USA dejará de existir, porque poca maniobra desestabilizadora podrá ejercer cuando le interese. América del Norte que sea para los norteamericanos, y la América del Sur, para los suramericanos. ¿No es lo justo y correcto?