Este mediodía en España (las 13 horas), y las 6 de la mañana en el Mundo (¿El Salvador?), según dice Angie está ubicada, he tenido el placer de “chatear” unos minutos con nuestra amable Moderadora.
Digo “chatear” entre comillas porque el verbo con que se denomina mantener una conversación vía “chatbox” en España así se llama, pero chatear es también tomar unos “chatos” entre amigos, y chatos, en este caso (que para nada tiene que ver una persona con la nariz aplastada) son unos vasos pequeños de vino. Chatear, por lo tanto, ha sido hasta ahora eso únicamente, relacionarse con amigos tomando unos vinos en vasos pequeños.
Pero no es de esto de lo que quiero hablar. Según me dice Angie salía hacia un retiro muy mañanero dirigido a padres con hijos próximos a tomar la llamada Primera Comunión, que, según la Iglesia Católica, suele ser el día más feliz de la vida para los niños.
¡Qué gran diferencia debe haber entre las parroquias españolas y las sudamericanas en esos menesteres! En estos pagos es inconcebible un retiro espiritual para padres con hijos que van a entrar de lleno en la iglesia. Se dice que, junto a los conquistadores de América, llegaron los clérigos para evangelizar al Nuevo Mundo. Pues bien, a pesar de mi ausencia completa de la iglesia romana, me permitiría aconsejarles una evangelización a toda regla en España, donde el descreimiento es cada día mayor y galopante. Aquí, la Primera Comunión es un acto social, de “prestigio”, para ver quién gasta más, qué mejores galas se lucen, en qué mejor Restaurante se hace el ágape, quien realiza el mejor vídeo y más prolongado, etc. Y la Iglesia hace la vista gorda.
Al ser nacido en el seno de esa Iglesia, y abandonándola años después tras varias disputas que me llevaron a la excomunión; teniendo entre mis familiares creyentes y practicantes, e incluso un tío mío llegó a Obispo, por lo cual, ejerciendo de su Secretario particular conocí personalmente al Papa y visité sus estancias privadas, no entiendo la manera de actuar de esa Iglesia en la actualidad, al menos en lo que en España se refiere. Ha quedado como una iglesia para viejos, ha ahuyentado de ella a la juventud por su conservadurismo a ultranza, por su poco amor a la modernización, no ya del mensaje ni del Evangelio —que en buena lógica debe ser el mismo hoy que hace dos mil años— sino de los modos y maneras de transmitirlo. Una Iglesia que vivía de espaldas al pueblo y mantenida por el Estado, hoy que el Estado la ha abandonado en cuanto a satisfacer sus gastos, se encuentra desorientada, y no sabe cómo atraer a los fieles; es más, ni siquiera sabe cómo mantener sus dispendios.
Es una iglesia atrapada por sus muchos errores, con mucho de prepotencia al verse ayer mimada de las altas esferas del poder político, económico y social; siempre al lado del poderoso y de la nobleza y que siempre miró a los fieles muy altanera. Hoy necesita de esos fieles para mantenerse, y esos fieles le han dado la espalda. La nobleza ya no ve atractivo mantener al confesor privado, al Obispo de turno en sus reuniones tomando el te y las pastitas de rigor. Otras religiones más atractivas ocupan su puesto, menos tétricas en cuanto a sus lugares de culto, nuevas creencias menos dogmáticas, y, lo que es peor, el descreimiento en la fe de la parafernalia romana.
Por eso admiro la actitud de esa Iglesia local a la que pertenece Angie, capaz de convocar y reunir a los padres de los nuevos muchachos que van a ingresar en ella, y congregarlos en una jornada de reflexión cristiana. Probablemente esa iglesia latinoamericana no tendrá templos cuyo derroche artístico y de riquezas sobrepase lo decente. Probablemente los curas latinoamericanos estén al servicio de los fieles y no al contrario, y, probablemente la Iglesia Católica de España deba mirarse algún día en el espejo de aquella que ella misma fundó acompañando a los depredadores, y hoy, siglos después, puede ofrecerle muchas buenas prácticas.
Que bonito post Garroferal. Pertenezco a una iglesia que regenta la orden de los dominicos en El Salvador. Resulta paradójico que fue esta orden la que se encargó durante la Inquisición de sometar a largos interrogatorios y torturar a los que consideraba herejes. Mis hijos estudian en una escuela que está dirigida por las monjas Dominicas de la Anunciata, orden que fuera fundada por el clérigo español Francisco Coll, que justamente el domingo pasado fue ascendio por el Papa al grado de Santo, lo que fue una fiesta para los dominicos en el país y el mundo.
Lo que me encanta de esta orden religiosa es que como ellos dicen no segregan dones, sino que los suman. Es decir, que en un grupo no hay jefes, si no que se aprovechan los dones que todos tenemos y que ponemos al servicio de los demás.
El edificio de la iglesia es de lo más sencillo y ha sido construido ya con la ayuda de los fieles como con ayuda de entidades religiosas de otros países, España incluida. Las bancas que utilizamos son rústicas, pero tenemos mobiliario para sentarnos! Voy a tomar unas gráficas y ustedes verán.
Lamento que la fe llegue a esos niveles por allá, acá todavía nos sirve de consuelo para mitigar nuestra problemática. Ya se ha comprobado que practicar activamente dentro de una religión (actividades que se desarrollan dentro de la iglesia) es mucho más sanador para el alma que ir a dejarle el dinero al psicólogo. Tal vez se piense que no es más que un placebo, pero a mí me hace mucho bien el desarrollar estas actividades, y lo mejor es que lo hago de la mano de mi esposo y cuando la ocasión así lo permite, con mis hijos.
Por lo pronto, les coloco una foto de la clausura del curso de catequésis de mi hija. Los pequeños cantaron desde el altar la canción "que canten los niños", acá la gráfica...
Saludos a todos!
-- Edited by Angie on Sunday 25th of October 2009 07:10:50 PM
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Si no encuentras tu media naranja, toma tu medio limón agrégale azúcar, aguardiente, hielo y a disfrutar de la vida.