En estos días, se instaló un sistema de seguridad en la empresa para la cual trabajo. No es que hayamos sido víctimas de un robo, pero anticipándose a uno la gerencia decidió hacer la instalación de un dispositivo de ese tipo para protegernos.
Lo que me lleva a pensar en qué grado de inseguridad nos embarga, como para encerrarnos en verdaderas fortalezas, rodeándonos de alambres ensortijados, cortantes y hasta electrizados, sensores de movimiento, alarmas audibles, botones de pánico y otras hierbas para poder sentir que vivimos, que estamos seguros adentro. Hay gente que rehúye salir a la calle por que nada más ven a alguien tatuado o con signos de pandilleros para que entren en pánico queriendo salir en carrera por dónde más recto les salga.
Un amigo me comentaba que este tipo de conducta se ve atizado por las empresas de seguridad que indudablemente están creando la necesidad en nosotros de protegernos de esa manera. Y que debido a eso, el ambiente de inseguridad no va terminarse tan fácilmente.
Cuando se dieron las desmovilizaciones luego de los acuerdos de paz, se dió una proliferación de este tipo de servicios y es que los miembros de las altas jerarquías de la fuerza armada fundaron sus propias empresas de servicios de vigilancia y seguridad a la que le fueron añadiendo sus accesorios: alarmas, circuitos cerrados de TV, alambrados perimetrales de seguridad, armas, polígonos de tiro (en algún lugar debían aprender a usar las armas que vendían), etc. Venido al caso, se llenaron los bolsillos con la inseguridad que se creó.
Vaya cosas! Yo he aprendido a sortear los peligros que significa andar por las calles del gran San Salvador y dentro de los buses; vivo en una colonia cerrada que al momento es bastante segura y sé que mis hijos están bien resguardados, pero cuando ello deje de ser así, tendré que contratar los servicios de una de estas empresas para sentirme protegida.
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Si no encuentras tu media naranja, toma tu medio limón agrégale azúcar, aguardiente, hielo y a disfrutar de la vida.
mire mi preciosa agie, le ofresco los servicios de mulush security, al que llega a joder nos lo artamos, y a ud. le hago descuentito.
pero dejando un poco la molestadera, le dire que tiene toda la razón la inseguridad es un gran negociaso que rinde frutos a un monton de niveles, en la politica nos distrae de los problemas graves y no nos deja ver los grandes vajes que hacen, en el negocio de seguridad como ud. tan avilmente lo expuso, y la cuenta sigue.
que triste que en este pueblito hasta a los sustos nos asaltan.
Es una paradoja, un par de hombres con armas de grueso calibre que a cualquiera para los pelos, le hacen sentir seguro a uno en un restaurante o cualquier lugar público en El Salvador, los alambres ensortijados y a veces electrificados, y todo lo que signifique enviar un mensaje de estar armado hasta los dientes, es parte del paisaje urbano, particularmente en la capital.
El mes pasado que estuve por allá, me fui a meter al Festival Gastronómico de Juayúa, me descuidé un par de horas, y eso bastó para le güeviaran el radio al carro que me había prestado amablemente una buena amiga (y todavía regresamos dándole gracias a Dios porque no nos dieron un susto peor los rateros.)
Es triste y lamentable lo que pasa en el país, la inseguridad ha llegado a un punto que el estar armado hasta los dientes viene siendo un mal necesario.
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HAPPY HALLOWEEN MARA DE ESTADOS UNIDOS, FELIZ DIA DE LOS MUERTOS Y TODOS LOS SANTOS EN EL SALVADOR
Metiendo mi cuchara en el post de Angie, les dire con conocimiento de causa que en nuestro país existen mas agentes de seguridad privada que policias, hay un ejercito de personas que realizan el servicio de seguridad privada que se acerca a los 30 mil elementos (mucho mas que policias), esos nada mas los autorizados a realizarlo, porque deben de aprobar un curso que les acredite realizar esa labor, aparte de tener su arma debidamente registrada y hay muchos mas que realizan esta labor sin tener el permiso para hacerlo... La seguridad es un negocio
La inseguridad en San Salvador esta llegando a los límites de la paciencia y la tolerancia; les contaré el caso de el vecino de mi suegro, que tenia su minisuper bien abastecido y era el negocio familiar de muchos años, pero me sorprendio este fin de semana cuando vi que decia que se vendia esa casa, y le pregunte a el por la confianza que le tengo y me dijo que cerro porque tenian meses de estarlo extorsionando y que a partir de este año le comenzaron a pedir mas dinero y cuando el se opuso a esa cuota, le dijeron que entonces tomarían sus represalias... así que ahi esta ese señor con su familia haciendo maletas para salir del país por temor a que algo les pueda pasar...
Me parece indignante, llegar a estos extremos, pero esto es el diario vivir de muchos....
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“El secreto de la felicidad es simple: averigua qué es lo que te gusta hacer y dirige todas tus energías hacia ello. Haciendo esto, la abundancia iluminará tu vida y todos tus deseos se cumplirán sin esfuerzo”.
Fijate Peter, que eso de la renta que se está imponiendo al país, está acabando con la pequeña empresa. Púchica! Si uno trabaja para mantener a su familia y de repente le salen unos fulanos que sólo llegan a traer...
Y esta gente que se ve obligada a cerrar sus negocios, qué van a hacer??
Yo creo que necesitamos al Chapulín Colorado aunque sea!!
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