Hace poco, hablando con un amigo, recordé mis clases de filosofía básica que me impartía en el Bachillerato mi profesor, ahora no recuerdo el nombre (creo que ya es el Alzhaimer atacando ) y recordaba la clase de lógica y los famosos silogismos, aquellos razonamientos deductivos que tienen dos proposiciones llamadas premisas y una conclusión. Los razonamientos que habían marcado el camino de la filosofía inicando con Aristóteles.

Ya no voy a explicar más, por que ya no me acuerdo mucho. El caso es que al seguir la clase, nos enseñaban la manera de refutar estos silogismos, sólo vean este que aparece en la wikipedia:

Todos los hombres nacen libres

Ninguna mujer es un hombre

Por tanto, ninguna mujer nació libre.

Examinándolo vemos que no necesariamente la conclusión es tan real, pues en la primera premisa se toma a los hombres como el grueso de la humanidad (hombres, mujeres e intermedios, jejeje!) y mi refutación a este sería que considerando el término "hombres" como humanidad, las mujeres están incluídas y también son libres, por lo tanto, la conclusión establecida "a priori" no es válida.

Pues haciéndo las cachas, los refutábamos y no le tomamos mayor importancia. No fue sino hasta la evaluación (los temidos trimestrales) que nos va a apareciendo un silogismo para que lo refutáramos. Éramos como 40 en la clase y solo una de nuestras compañeras logró refutarlo a satisfacción del maestro. Se los coloco acá para que ustedes intenten hacerlo. Las premisas eran las que siguen:

Los buenos van al cielo
Yo quiero ir al cielo
por tanto....