Hace un tiempo, escribí este post a partir de una amena tertulia con Wirwin y Peter sobre las barras shows, las bailarinas y los parroquianos. Comentaban que en los inicios, la barra show que comenzó, tenía el mismo concepto de las de Estados Unidos, sólo ver y no tocar. Lo cual fue degenerado por la oferta de permisión de manoseo por la competencia que iba surgiendo, en busca de aumentar sus ganancias y por la prostitución que se ejerce permitida por las mismas mujeres.

Esto me lleva a pensar en las bailarinas. Cuánta diversidad de historias debe haber en cada recinto de la barra show. Me imagino que así como están aquellas que lo hacen por que les gusta el exhibicionismo, están aquellas que son movidas por las necesidades de manutención de hijos y/o familia. Sin embargo, no se quita el hecho que sean humanas, con sueños, con necesidades y sentimientos.

Algunas logran escapar de esos destinos de decadencia al respeto propio y otras acaban sus vidas con la autoestima minada y a veces con enfermedades mortales.

Pensando en todo esto, me acordé de esta vieja canción de Tina Turner que de alguna manera puede ilustrar el punto de vista de una de esas bailarinas.

Me parece importante el punto y lo vuelvo a publicar acá.



PRIVATE DANCER
(Traducción libre)
Bueno los hombres vienen a estos lugares
y los hombres son todos los mismos
No les ves las caras
y no les preguntas sus nombres
No piensas en ellos como humanos
No piensas en ellos en lo absoluto
Mantienes tu mente en el dinero
Poniendo tus ojos en la pared

Coro
Soy tu bailarina privada
Una bailarina por dinero
Haré todo lo que tú quieras que haga
Soy tu bailarina privada
Una bailarina por dinero
Culquier vieja música servirá

Quiero ganar un millón de dólares
Quiero vivir cerca del mar
Tener un esposo y algunos niños
Sí, creo que quiero una familia

Bueno los hombres vienen a estos lugares
y los hombres son todos los mismos
No les ves las caras
y no les preguntas sus nombres

Marcos alemanes o dólares
American express te agradecerá bien
Déjame aflojar tu cuello
Dime que quieres verme vibrar otra vez...